I Jornadas de Innovación e Iniciativas Socioeconómicas

Benalauría Salón del Pico de la Barranquera
5 de julio de 2018

Primeras Jornadas de Innovación e Iniciativas Socioeconómicas en la Serranía de Ronda. Esperanzas y Bridas

PROGRAMA
09,00- 9,15 0h. Recepción de participantes.
09,15-9,30h. Presentación de las jornadas . Proyecto Piloto COMUNIDAD NIDUS. Volar para volver.
09,30-10,30h. Ponencia. Datos sobre empleo e iniciativa socioeconómica de la Comarca de Ronda. SAE,
CADE (Jesús Cumplido). Junta de Andalucía
10,30-11,00h. Ponencia 2. Nuevos enfoques y Nodos de Innovación y emprendimiento social en el medio rural . La Noria. Diputación Málaga. Resurrección Hernández.
11-12,00h. Mesa redonda 1. Perspectivas públicas para el desarrollo del empleo sostenible.

12-12,30,00h. Descanso.
12,30-13,30h. Mesa redonda 2. Dificultades y frenos para la creación de empleo sostenible en el medio rural.
Participantes: APYMER, sindicatos, sector empresarial, asociaciones…
13,30-14,30h. Mesa redonda 3. Creación Red de Iniciativa socioeconómica y cultura emprendedora de la Comarca.

Objetivos de la jornadas
Partir de un análisis de necesidades /demandas sobre la realidad del empleo y la iniciativas socioeconómica en la Comarca de la Serranía de Ronda.

Visualizar de forma colaborativa qué oportunidades tiene el medio rural para poder cambiar su dinámica cultural y socioeconómica. Así como, qué estrategias son necesarias para salvar los frenos y obstáculos .

Reflexionar sobre nuevos enfoques y modelos para la innovación rural, teniendo en el desarrollo de la creatividad social como un potencial de la población .

Crear una red interactiva entre las entidades públicas y privadas que tengan competencia en innovación y emprendimiento social, con el objeto de cooperar para trabajar la integralidad, dentro de la perspectiva del desarrollo rural endógeno y sostenible.

POBLACIÓN DESTINATARIA

Estudiantes.
Población desempleada..
Población activa con perspectiva de autoempleo/emprendimiento social.
Sector empresarial
Asociaciones.
Población con diversidad funcional.
Población inmigrante.
Nuevos pobladores del medio rural.
Equipos técnicos de las administraciones públicas.

Población con aspiraciones a incorporarse a la política municipal
El medio rural es una cuestión vital de la sociedad
El medio rural español y la Serranía de Ronda (Málaga), en particular, tiene graves déficits para mantener su población. A pesar del relativo crecimiento económico de las últimas décadas el envejecimiento sigue aumentando, y la creación de empleo para la vida de los pueblos y aldeas rurales ha sido insuficiente. Al día de hoy se ha demostrado que las políticas de la U.E. de desarrollo rural, inaugurado en la Declaración de Cork (1996), tampoco han dado los resultados esperados para reducir su balance migratorio negativo.
El grave problema que se enfrenta es la falta de recursos y estímulos socioproductivos dentro del marco de la sostenibilidad ambiental. Esta responsabilidad de generar cambios para la perdurabilidad de una vida rural desde la autogestión, la iniciativa, la incorporación al trabajo o el emprendimiento socioeconómico sostenible, debe ser asumida desde la competencia y el impulso del propio medio rural. Sin esta visión construida desde una experiencia histórica agraria y con lazos emocionales de arraigo en el territorio es difícil emprender esta tarea.
Los habitantes mayores de este ámbito geográfico, el histórico campesinado, no se extrañan porque siempre han estado en crisis permanente. De ahí su capacidad de entendimiento con la naturaleza desde las claves de supervivencia que les ha dado el saber hacer de la agri(cultura) y la perdurabilidad, a pesar de todas las dificultades milenarias como humilde clase social: la gestión de la autosuficiencia alimentaria en situaciones de extrema pobreza les ha permitido sostenerse a lo largo de los siglos, y ser el pilar alimentario de toda sociedad en cualesquiera de las épocas. Por contra, esta les ha estigmatizado como un cultura de segunda fila: “cateta”. Cuando han sido el sostén alimentario y los guardianes de los bosque de nuestro país. Que se sepa el alimento aún no se cultiva en el asfalto urbano.
Los jóvenes no tienen grandes estímulos para un empleo digno y estable, viven al rebufo de sus padres o abuelos, y ocupaciones laborales en precario asociados a una cultura del subsidio que, por su desenfoque actual, pudiera decirse cultura del “suicidio” demográfico. Además de haberse incorporado fulminantemente a las teóricas ventajas del imaginario de progreso que ofrece la sociedad del bienestar social.
La necesidad de cambiar su orientación hacia la cultura de la iniciativa es el objetivo. Pensar en un futuro más dinámico para estas zonas, quizá pase porque el subsidio no siga siendo un fin en sí mismo en el que la población permanece en un estado de cierto desdén acomodaticio. Sino en la fortaleza de generar con esa financiación pública, o incluso ampliada, enfocando su funcionalidad hacia nuevas posibilidades de iniciativas laborales que ilusionen a la población por su propio desarrollo personal y colectivo.
Por ello, es realmente urgente afrontar una nueva realidad para la formación en el trabajo en donde la motivación, la creatividad y la iniciativa desde el marco de la autogestión y la sostenibilidad. Si esto no sucede el medio rural ahondará en su despoblación y pérdida de identidad rural, y vitalidad. Con el consecuente efecto negativo sobre la sociedad urbana, puesto que quedaría desprotegida la gestión del soporte biológico de ésta: producción de alimentos saludables, gestión de suelos y bosques (aire), gestión del agua (ríos, fuentes…), energías básicas, materias primas…
La regeneración del medio rural en la actualidad debe de ser una objetivo primordial de la sociedad moderna y una cuestión de Estado para una concepto de desarrollo que se tilde de inteligente.

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